Algunos dicen que se le cayó una manzana en la cabeza. Yo digo que fue un Gran Maéstre.
Y ahora, justo ahora, en el medio de todas las cavilaciones sobre la feria, la revista, el examen, la inscripción, la vacuna, el viaje, las vacaciones, el cumple de Ale, salir o no salir, las gaynor, el mp4, la filigrana, los malos pensamientos, aurora y el hada lila, la clase que tengo que dar mañana, recibirme o no, los horarios, el PLIDA, el CAE, mi fobia a las alturas, el celular que no anda, hacer las cosas que mi mamá me pide, y muchos otros etcéteras, me siento herida.
Me siento herida y duele.
No, no sé para qué sirve el punto y coma.
Febo asoma.
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